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El fotógrafo Juan Sangiovanni logró unas de las mejores fotografías
hachas al salto de agua Las Yayitas, localizado en Baní provincia Peravia |
LAS YAYITAS, Baní.- Bien oculto entre rocas y añosos árboles, en la
confluencia de los ríos Baní y El Maniel, en el lomo de la Cordillera Central,
en la sección El Rocodo del municipio Baní, provincia Peravia, está el sazonado
salto Las Yayitas, con una impresionante garganta de agua, que atrae al visitante nacional y extranjero.
naturales de la región Sur, Las Yayitas
no tiene paragón, al permitir la apertura a la sensación aventurera de
uno de los lugares más emblemáticos de la zona.
metros de altura y está a 22 kilómetros al norte de la histórica
provincia de Peravia.
su altura se pueden apreciar los cañones de rocas que lo protegen y el grueso
follaje que circundan las cadenas de montañas que forman la Cordillera Central.
la naturaleza que nos oferta el sur de la Isla Hispaniola.
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Manuel Antonio Vega, autor del reportaje disfrutando de las agaus de Las Yayitas |
lanzarte o deslizarte a una hermosa charca de más de 25 metros de ancho, con
piso de arena gruesa.
espaciosa charca, que es donde se reúne el agua del río El Maniel, para caer al
cauce del río Baní y hacer de la zona un lugar paradisíaco en la Cordillera
Central.
cruzar cuatro veces por diversos puntos el río Baní y caminar más de 70 metros
por la casi escarchada agua del cauce del afluente.
pueden parquear a unos 350 metros en la comunidad de Las Yayitas, sección El
Recodo, donde preparan el mabí de limón más sabroso del país.
permitido un mejoramiento en la economía de los lugareños, que se han ido
organizando, para proteger y explotar turísticamente el recurso hídrico.
Yayitas, que un pasado reciente fue centro de acopio de la producción de café,
hay que contar con tenis o zapatos que agarren, para penetrar al cauce del río.
atacan al visitante como en otros lugares.
aventura que solo la pueden disfrutar los mortales.
contacto directo con la madre naturaleza.
ayudará a mejorar la economía en la
empobrecida comunidad de Las Yayitas.
trillos o caminos, que te permiten trepar a la cima, para deslizarte desde el
tobogán de rocas, o simplemente, lanzarte a la charca de unos 4 metros de
profundidad.
que entrar por una entrada cerca de la Fortaleza militar de Baní.
sobre el nivel del mar y su garganta de agua termina en el cauce del río Baní.
un ejercicio espirar en la Cordillera Central, observando en el camino varias
chorros de aguas y riachuelos, forrados de un grueso bosque tropical.
frondosos y añosos árboles que abundan
en la zona, que van haciendo similitud con la caída de agua.
y el colectivo Verde, que se formó para proteger el atractivo y los afluentes
de la zona.
manantiales y una vista perenne, que no se borra jamás del raciocinio y la
reflexión humana.
y turistas, muchos de los cuales pasan hasta cuatro horas viendo el despliegue
de agua blanca, entrelazarse en las rocas de montaña.
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Rogelio Nieves, periodista de Hato Mayor en Las Yayitas |
solo hacerlo en tiempo de sol, porque en estación lluviosa, es extremadamente
difícil llegar a pies o en vehículos al lugar.
entre el viento y la maleabilidad del bosque que caracteriza la zona.
con la particularidad de que no solo se sube, sino que se va dando vuelta en
espirar, para descubrir entre las montañas y el bosque que más adelante te
espera un hálito de vida por disfrutar.
y hacen más brillante el agua, que fulgura entre las rocas.
electricidad.
nace en el pico de las montañas de la Cordilera Central y termina en el río
Bani.
el remanso que se extiende sobre el faldeo de la Cordilerra Central, donde la
naturaleza ha sido generosa, con las serranías tapizadas de verdores, arroyos
de aguas cristalinas, saltos y cascadas que corren entre quebradas y el siempre
dócil clima, logran convencer a los mortales a conocer este privilegio del
bosque sureño de la Hispaniola.
sobre las empinadas montañas de la provincia Peravia.
grayumo, javilla, pino teta y caoba no se podrá exterminar, por ahora, pese a
la depredación del bosque, que de manera silente se lleva a cabo en la zona.
senderos que suben, bajan y giran, pero que cada quebrada te va diciendo que
hay un lugar seguro donde el deleite te espera y atrapará y no querrá salir
jamás.
porque los beneficios, que deja sentrarse sobre las rocas que encierran ollas
de agua y el flamante cauce del agua descubierta por cada visitante, que la
define como pura como ninguna en la zona.
lugar franco y naturaleza de ensueño
Es verdad que Las Yayitas hace honor a su nombre, cuando al llegar se da
unos cuenta que en el camino se ha dicho y hablado de todos, pero cuando se
está frente al destiladero de agua, las conversaciones son otras, fluidas y en
torno a la belleza de la charca y la exuberante y espesa vegetación, que
apremia y adelanta la alegria del visitante.
en las cristalinas y frias aguas, podrás escuchar los sonidos de aves como el
pájaro bobo, el ruiseñor, colí, y la cigua palmera.
madan zagá.
jaibas, dajaos y tipalias.
visualiza desde desde la charca, en ocasiones puede ver sobrevolar el guraguao,
haciendo visaje por una presa del bosque.
Arsenio Peguero, presidente de la Junta de Vecinos,
es quien se encarga de llevar a la cascada a turistas y visitantes, permitiendo
que al final de la jornada, puedan disfrutar de comilitonas de chivos, cerdos,
gallinas criollas o caseras con varias viandas o víveres y frutas que se
producen en la zona.