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HATO MAYOR.- Como una muestra de que tenía muchos amigos y que no era un delincuente, miles de ciudadanos de todas las edades marcharon con pancartas, camisetas con fotografías y músicas en altos parlante, hasta el cementerio municipal de Hato Mayor a darle el último adiós a Deibi Bibarao Soriano, quien fue asesinado en un confuso incidente en un colmadón del sector Las Malvinas, de esta ciudad.
Las calles destrozadas de Hato Mayor no fueron obstáculos para que jóvenes, adultos, niños y ancianos caminaran a despedir a Deibi Bibarao, quien gozaba de una buena aceptación entre la juventud.

Al salir del templo, la multitud cargó el ataúd, dejando atrás el carro fúnebre y continuando camino al cementerio.
Antes de llegar al campo santo, los jóvenes hicieron una parada con el féretro frente al repuesto de Héctor Reincing, a la salida que va a Sabana de la Mar.
Tras permanecer varios minutos con el cuerpo de la víctima, se prosiguió el camino, tomando la avenida Duarte, haciendo una parada en la Lincoln, un negocio de bebidas donde frecuentaba el joven a compartir.
Terminada la parada, se tomó la avenida Las Mercedes hasta tomar la Padre Peña, luego La Duvergé y finalmente se llegó al cementerio municipal.
El cementerio quedó atiborrado de personas, que se veían llorando unos, gritando otros, mientras que la juventud se daba su trago para despedir a quien fuera su amigo.
La música del grupo Tercer Cielo no dejó de escucharse hasta que las paredes de las bóvedas fueron cubiertas de block y dejó de verse el féretro conteniendo su cuerpo.
Se recuerda que Deibi Bibarao, 17 años de edad murió tras recibir una bala en la frente, que le disparó con una pistola el nombrado Santo Rosario, quien habría salido en defensa de un sobrino que discutía con la víctima.