HATO MAYOR.– Una escena preocupante ha conmocionado a ciudadanos de Hato Mayor y zonas aledañas: decenas de peces muertos han sido encontrados flotando en el río Maguá, justo debajo del puente que comunica esta localidad con Yerba Buena.
Las imágenes, compartidas por Nueve Uno Informativo, muestran peces de distintos tamaños sin vida, cubriendo amplios sectores del afluente.
Aunque no se ha confirmado la causa exacta de este desastre ecológico, se especula que el incidente estaría directamente relacionado con el alarmante nivel de contaminación que sufre el río.
Vecinos de la zona denuncian que numerosas viviendas y comercios establecidos en las riberas del Maguá vierten de forma indiscriminada desechos domésticos, aguas residuales, grasas automotrices, restos de animales muertos y otros contaminantes.
Esto no es nuevo. Aquí no hay control. Todo lo tiran al río como si fuera un vertedero», expresó indignado un comunitario, quien pidió a las autoridades actuar con firmeza.
La situación ha generado fuerte rechazo entre grupos ambientalistas locales, quienes consideran que este encuentro es un reflejo de años de abandono y permisividad por parte de las instituciones responsables. “Lo que vemos en el río Maguá es el resultado de una acumulación de irresponsabilidades. Los peces están muriendo, pero mañana puede ser el agua de consumo humano la que se contamine irreversiblemente”, alertó una vocera del movimiento ecológico de la región Este.
Hasta la fecha, el Ministerio de Medio Ambiente en la provincia no ha emitido una declaración oficial ni ha enviado personal técnico al lugar para evaluar el impacto.
Ciudadanos exigen medidas urgentes no solo para investigar lo ocurrido, sino también para detener de inmediato las prácticas contaminantes en el río.
El río Maguá, además de ser un recurso natural vital para el ecosistema local, es utilizado por numerosas comunidades para labores agrícolas, de pesca y, en algunos tramos, como fuente de agua para uso doméstico.
