MANUEL A. VEGA
ODALIS VEGA
LA ROMANA.- En medio de llanto, una llovizna y conjeturas sobre la muerte, fue sepultado la tarde de ayer miércoles, el cuerpo sin vida de José Agustín Silvestre, raptado y asesinado de tres balazo la mañana del pasado martes en La Romana.
El féretro partió desde la funeraria Romana hasta el camposanto local, siendo acompañado por familiares, colegas comunicadores y autoridades de la provincia.
El panegírico lo pronunció Aris Crispín, rector de la del centro regional de la estatal Universidad Autonoma de Santo Domingo (UASD, quien valoró la gallardía y el arrojo del comunicador asesinado.
En su apología, dijo que Gajo, como era conocido el malogrado comunicador, denunció cosas que nadie tenía el valor de decir ni comunicar.
Carlos Sánchez, del Comité de Los Derechos Humanos, dijo que estarán al acecho de que las autoridades realicen una verdadera exhaustiva investigación sobre el vil asesinato que afectó la vida de José Silvestre, mientras que a nombre de la familia habló Grissel Silvestre, hija del malogrado comunicador.
“José Silvestre no era hombre de doblegarse a nadie, y en ocasión le dijimos que bajara la guardia, pero el insistía que había que denunciar a los corruptos en todo terreno”, dijo en el cementerio Carlos Sánchez.
En un momento, la multitud cogió el ataúd y comenzó a lanzar consignas a favor de que sea esclarecido el crimen.
La joven aprovecho para exigir el esclarecimiento del hecho, mientras que decenas de personas cargaron el ataúd a hombros lanzando consignas en favor de que se haga justicia y que el caso no quede impune.
Gajo, fue secuestrado por cuatro individuos en la calle Gastón Fernando Deligne, próximo a un hotel donde guardaba su vehículo y quienes para llevárselo le hicieron un disparo y luego lo arremataron con dos más, dejando el cuerpo abandonado en la comunidad El Peñón, en San Pedro de Macorís.
PRESOS
Al menos unas 10 personas están siendo interrogadas para determinar si tuvieron alguna parcipación en el secuestro y posterior asesinato del periodista, quien presentaba un impacto de bala en el abdomen, la frente y otro en el cuello.
Las investigaciones están concentradas en La Romana, donde el comunicador mantenía enfrentamientos con autoridades judiciales e islas del poder económico y del narcotráfico.
