POR GILBERTO SORIANO/Listindiario.com
La educación dominicana, en los últimos 50 años ha tenido logros tangibles e innegables, como son: universalización, infraestructura, protección educativa, alimentación, utensilios educativos y mejores condiciones salariales para nuestros maestros. Todas estas conquistas son el resultado del sacrificio y el esfuerzo de nuestra nación.
El desafío consiste en alcanzar la tan anhelada calidad de la educación en el país; es decir, una educación integral de conformidad al mandato del Artículo 63 de la Constitución dominicana, donde las instituciones educativas interactúen entre sí, y, para esto es necesario que el Estado tenga un enfoque de que solo existe un sistema educativo, y no una división entre el preuniversitario y universitario, puesto que uno depende del otro.
Por tal razón, nos planteamos la siguiente pregunta, ¿Existe en República Dominicana un sistema educativo? Como estamos hablando de ciencia, vamos a definir sistema de acuerdo con la Real Academia Española (RAE): “Se refiere al conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto”.
Partiendo de este concepto y de nuestra realidad socioeducativa, en República Dominicana tenemos escuelas, recintos e instituciones educativas, pero no un sistema educativo, porque solamente hay dos elementos que dirigen a que las escuelas se vinculen entre sí, que son el arte y el deporte.
Déficits de Atención
Estos elementos representan dos manifestaciones relacionadas con la conducta humana, talentos que el ser humano trae codificado en el ADN, y, que a través de una organización, estructuración, metodología y pedagogía se constituyen en indispensables, para que un Estado tenga un sistema educativo que promueva la participación, la equidad, la igualdad, pero, sobre todo, sitúa al niño en su entorno, reduciendo los déficits de atención y la deserción escolar.
En ese sentido, una escuela que promueva el arte, la cultura, la poesía, la escritura, el cántico, entre otros, así como el deporte, el juego, la actividad física y el ejercicio físico será una escuela entusiasta y alegre; y contribuirá a la salud mental y a los hábitos saludables que necesitan incentivar la educación del siglo XXI.
Construcción de un nuevo modelo educativo
El arte y el deporte son las herramientas indispensables que requiere la escuela dominicana, no solo para conectar y garantizar la estructuración y organización, sino para mantener la cohesión territorial, preservar la manifestación cultural de cada región e incentivar la movilidad social.
El deporte y el arte se desprenden de la propia naturaleza humana, y, como expresó Benjamin Franklin: “ Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”, el sistema educativo en el siglo XXI debe estar en capacidad de enfrentar los retos que tenemos en la era digital: el internet, las redes sociales, y los dispositivos electrónicos.
Solo existe un medio para conducir la educación dominicana, y la construcción de un nuevo modelo sobre la base de que el arte y el deporte jueguen un papel determinante en los valores, la conducta, la disciplina, la motivación, el entusiasmo y la inspiración, para generar las condiciones, y el ecosistema necesario donde nuestros niños se involucren en el proceso de enseñanza, y, en la creación del pensamiento crítico y reflexivo.
También, impulsar la innovación, porque la escuela es el centro de las políticas públicas, y llevar la manifestación del arte, la cultura y el deporte, implica involucrar al padre y al tutor en el proceso de la enseñanza, ya que es una responsabilidad compartida entre el Estado y la familia.
Para Educa el modelo educativo dominicano es anacrónico y obsoleto, y no contiene movilidad. El reto de la educación dominicana es tener instituciones educativas que se relacionen entre sí, teniendo como resultado un verdadero sistema educativo que promueva y proteja los valores supremos, y los intereses nacionales.