Juan Ortega, alcalde ejemplar de Hato Mayor del Rey 1986-1990
POR MANUEL ANTONIO VEGA
La muerte por paro cardíaco que afectó la vida del ex-síndico Juan Ortega Álvarez, enlutó a toda la comunidad de Hato Mayor, que lo vio como el ejecutivo municipal que más trabajó por el ornato y el desarrollo urbanístico, de esta ciudad.
Con extraordinarias relaciones humanas y posturas muy claras y desinteresadas a favor de la comunidad, Juan Ortega, como era conocido por los habitantes de Hato Mayor, fue de ese tipo de personas que nunca dice no a la oportunidad de trabajar por la familia y la ciudad.
Fue un alcalde impulsado por el sector ganadero empresarial, que vieron las condiciones de honestidad y dedicación al trabajo social que le caracterizaba.
Era nativo de Hatillo Palma, Loma de Cabrera y nació el 24 de junio de 1928.
Ortega vino a esta ciudad siendo raso de la Policía Nacional, trabajo que abandonó para dedicarse a la compra y venta de ganado, lo que le reportó jugosos beneficios económicos y buenas relaciones con los sectores económicos del católico pueblo de Hato Mayor del Rey.
Dos años más tarde, para el 1956 contrajo nupcias con la joven Irene Mota, con quien procreó dos hijos: Iris Altagracia y José Alberto. Sonia Ortega es su primera hija y vive en New York.
La buena moral y el espíritu de trabajo que exhibió y caracterizó la vida de este altruista munícipe, fueron las razones que llevaron a la dirigencia local del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en el 1986 a llevarlo como candidato a síndico.
Juan Ortega aceptó la propuesta del PRSC y el 16 de mayo de 1986 los munícipes lo respaldaron en las urnas, aportándole 8 mil votos, con los que consiguió juramentarse el 16 de agosto como síndico municipal de Hato Mayor del Rey.
Con su vocación al trabajo y al servicio, cualidades que combinó con el deseo de desarrollo de los regidores José Antonio Martínez Núñez, Rafael Quezada Leonardo y Mercedes Rosario inició un programa de desarrollo urbanístico que le granjeó el respaldo de todo un pueblo ávido de progreso.
En su gestión fue que se aperturaron calles que dan acceso a esta ciudad.
Veamos: construcción de los puentes de las calles Padre Peña, San Esteban, 30 de Mayo, los cuales conectan la ciudad con la carretera Mella, que va a San Pedro de Macorís.
En su gestión se llevaron operativo de reforestación, se remodeló el parque y se mantuvo un constante programa de bacheo en calles de la ciudad.
“La persona sólo debe dejar de crear metas cuando muere”, expresaba como emotiva ilustración del dinamismo moral interno que le hizo ganar aprecio y admiración de quienes le conocieron como un hombre inclinado, sin titubeos, al progreso individual y colectivo.
En 1990 fundó un sector en terrenos del proyecto Agrario AC-193 Ondina y el cual en un reconocimiento a la labor desarrollista que hizo frente al cabildo lleva el nombre de “Villa Ortega”.
Como muestra de su figura, Juan Ortega fue propietario de una gran determinación y entereza, cualidades que junto a su marcada vocación de servicio, perseverancia y capacidad de trabajo le granjearon una sólida posición en Hato Mayor.
Son estas cualidades las que lo llevaron a ser objeto de múltiples reconocimientos que se exhiben en las paredes de su hogar como gratos recuerdos de una buena labor social y municipal en Hato Mayor.
