Los robos se mudan a los campos de Hato Mayor

POR MANUEL ANTONIO VEGA
HATO MAYOR.– Mientras la Policía Nacional persigue a los denominados «Picheros», los campos de la provincia Hato Mayor no aguantan más los robos de animales, como chivos, reses y caballos, así como cacao y víveres.
La infernal ola de robos afecta con más rigor a Mata Palacio, las secciones Don López y El Manchado, dónde los chivos casi se extinguen por las sustracciones que a diario se producen.
En Las Pajas, una comunidad de la sección Don López no aguantan el robo de un chivo más, lo que se produce a pesar de existir allí un puesto policial.
Los afectados sostienen que no presentan denuncias, «porque ninguna manera apresan los ladrones».
Los lugareños en Las Pajas han llegado a pensar que los chivos y los viejos los están sacando en helicóptero, porque nadie ve a nadie salir con los animales borrados de la comarca.
Reportas de prensa, procedente de la zona, precisan que la indignación y temor el temor cunde entre las familias humildes que viven de la ganadería caprina.
Aseguran que el problema se ha intensificado en las últimas semanas, siendo los robos más sazonados los registrado al señor Tibo, quien perdió cuatro ovejos; a una señora conocida como Eddy, a quien le sustrajeron dos chivos; y a Soraida, víctima del robo de cuatro cabras.
Acusan a la Policía de Hato Mayor de hacer muy poco o nada, para enfrentar los robos en zonas rurales.
Indican que cuando los robos se intensifican los patrullajes son refuerzados, pero desde que pasan 24 o 48 horas nadie ve a un policía en los caminos vecinales.
En Las Pajas han llegado a pensar que hay ciertas complicidades entre ladrones y agentes policiales, que muchas veces dicen comparten juntos en colmadones de la zona.
“Queremos justicia, no limosnas. Lo que se están robando es el pan de nuestros hijos”, concluyó uno de los denunciantes, que exigió no pu licar su nombre en la prensa por temor a represalia.
En Guayabo Dulce, Yerba Buena y Mata Palacio, los amigos de lo ajeno tampoco dan tregua, reportándose los robos de reses, chivos y hasta atracos en caminos reales de aquellas demarcaciones agrícolas.
Pidieron al Director de la Policía Nacional, asumir el patrullaje en estas demarcaciones ante la creencias de «que los agentes policiales en la zona pasan su tiempo en otras cosas, menos en patrullar».
En Mata Palacio, Los Hatillos y Las Pajas, los agentes policiales pasan los días sentados frente a los cuarteles, mientras los pequeños agricultores se sienten impotentes, porque le «roban los animales y no son los cururos, que abundan en la zona.
Las reses y caballos son descuartizados, mientras que los chivos son cargados en cajuelas de vehículos, donde se desplazan los delincuentes.
La carne es llevada a carnicerías y supermercado de la región Este y Santo Domingo.