A Melchor Contín Alfau el buen comportamiento y su destacada inteligencia le sirvieron para ser designado síndico municipal el 5 de mayo de 1943, tras producirse la renuncia del hacendado Leovigildo Alcántara.
POR MANUEL ANTONIO VEGA
Muchos hombres y mujeres se han destacado en el devenir histórico del católico pueblo de Hato Mayor, pero el único que registra la historia que más tiempo duró siendo alcalde en el siglo XX lo fue el ilustre e industrioso Melchor Contín Alfau, quien permaneció 19 de manera ininterrumpida siendo el alcalde municipal de Hato Mayor del Rey en el pasado siglo XX.
Su accionar ha tenido que ver de una u otra forma con el desarrollo pleno de la ciudad y cuando se escriba la historia de los alcaldes que ha tenido la ciudad, habrá que con justicia dedicarle un capitulo completo y de muchas páginas a Don Melchor Contín Alfau, por ser el que más tiempo permaneció siendo alcalde y por su condición de historiador y escritor.
Era tenido además como uno de los mejores oradores y panegirista que conozca la historia de Hato Mayor.
Este hombre de verbo florido advino al mundo de los vivos el 13 de diciembre de 1907, cuando Doña Fresolina Alfau (Pipí) en un parto normal obligó a su vientre traerlo al aire y el calor del sol, en este paraíso terrenal llamado Hato Mayor del Rey. Fue su padre el ilustre munícipe Don Elio Contín Brea.
Estudió la carrera de derecho consular y diplomado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, regresando a su lar nativo, cuando celebró nupcias con su amada y hermosa joven Flor Rijo Rivera, de cuya hermosa unión nacieron los hijos: Meinardo (Mey), Mirthis, Mardonio, Mirna, Mechorcito, Marcia, Magda y Mayra Contín Rijo.
Antes de ocupar la alcaldía, Contín Alfau se desempeñó como secretario del cabildo, cargo que abandonó para ocupar la presidencia del Partido Dominicano.
El buen comportamiento y su destacada inteligencia le sirvieron para ser designado síndico municipal el 5 de mayo de 1943, producirse la renuncia del hacendado Leovigildo Alcántara.
La función de alcalde municipal la desempeñó por 19 largos años, para honra y beneficio del católico pueblo de Hato Mayor del Rey, que alcanzó desarrollo, exhibiendo aceras, contenes, badenes, alumbrado eléctrico y dio inicio a la expansión urbana de la ciudad. Fue sustituido en 1962 por el comerciante Manuel Antonio Poueriet, que permaneció hasta 1953, cuando fue sustituido por el empresario Alejandro Laureano Ramírez.
Cuando el Consejo de Estado fue elevado al honroso cargo de gobernador civil de la provincia de El Seibo, cargo que ocupó siendo un abanderado del progreso y de la civilización en aquella hidalga provincia, la más vieja y madre de las demás provincia del Este.
Fue miembro fundador del “Club 21 de Enero, Inc”., de la respetable “Logia Regeneración·, de al Biblioteca “Elio Contín” y del Comité de Préstamos de la Liga Municipal Dominicna durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
Antolín Rosa Padilla, abogado y educador llegó a definirlo como uno de los más “compiscuos y dignos valores representativos de esta del municipio”, agregando que su regia personalidad como intelectual y hombre de bien y de ejemplarizadora moral, fue y es reconocida por los círculos, tanto sociales como políticos, religiosos y oficiales de toda la comarca oriental y de la ciudad capital.
Fue altruista y filántropo, cualidades morales que hizo resplandecer durante todas sus actuaciones como hombre público y en su vida privada.
COMO ALCALDE
Siendo alcalde del municipio apertura varios sectores, entre ellos Barrio Lindo, en 1950, La Cancha en 1955, La Gallera Vieja, en 1945, así como la populosa barriada de Gualey, La Palmita en Villa Canto, que comprende de los canales hasta la Julio Lluberes, Puerto Rico.
En algunos de estos sectores construyó aceras y contenes y logró aplicar asfalto con la ayuda del gobierno central, que encabezó el sátrapa Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Desde 1842, fecha en que esta comarca fue elevada a la categoría de común, han pasado por el cabildo local más de 70 síndicos o alcaldes consistoriales, como antiguamente se denominaban los alcaldes municipales. Pablo Pérez, de origen cubano fue el primer alcalde en 1843.
Antiguamente los síndicos eran designados por el Ministerio de Interior y Policía y en muy escasos casos por el presidente de la República.
La avenida Melchor Contín Alfau honra el nombre de este hombre de letras y de buen servicio ganado en la sociedad de Hato Mayor del Rey.