POR MANUEL ANTONIO VEGA
Santo Domingo. – La población dominicana espera cambios significativos en el gabinete presidencial de Luis Abindader, cambios que busquen mejorar la mala imagen que exhibe el gobierno en materia económica, en especial el alto costo de la canasta familia.
El propio Luis Abinader dejó abierta la posibilidad de realizar cambios en su gabinete de Gobierno, aunque aclaró que no necesariamente ocurrirán el próximo 16 de agosto, cuando se cumple el primer año de su segundo mandato.
Durante el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, el mandatario fue cuestionado sobre si habrá movimientos en su equipo y respondió: “Siempre puede haber cambios. No dije antes de agosto ni nada, que siempre puede haber cambios y eso es lo que repito, siempre pueden haber cambios”.
Tomándole las palabras al jefe de Estado, la población en los barrios capitalinos y provincias del interior de la nación, esperan sean removidos “los dioses” que tienen la economía buena en las paginas de periódicos y portales digitales, cuando la nación no soporta los altos costos de las víveres, pollos y productos de la canasta familiar.
También la población exige sean sacado del tren gubernamental algunos funcionarios prepotentes, que solo hacen quedar mal al jefe de Estado.
Tradicionalmente, la fecha del 16 de agosto, cuando se conmemora la Restauración dominicana, ha sido aprovechada por los presidentes dominicanos para introducir ajustes en su gabinete, pero Abinader evitó confirmar si seguirá esa práctica.
“Lo que dije, no hay necesidad de que sea agosto, pueden coincidir, pero siempre pueden haber cambios por razones normales de gobierno”, puntualizó.
Ante la pregunta directa de si los habrá ahora, respondió de forma escueta: “No lo sé, pueden haber cambios”, manteniendo el tono abierto pero sin comprometerse con fechas ni decisiones concretas.
El presidente ha defendido en distintas ocasiones la gestión de sus funcionarios, aunque también ha realizado sustituciones puntuales en momentos estratégicos.
Lo que sí está claro es que el mandatario producirá cambios y que los mismos se espera sean de beneficio a la población, que no aguanta más los impuestos y los altos costos de los productos de primera necesidad, situación que ha debilitado el gobierno de Luis Abinader en el primer año de su segundo mandato como presidente de la nación.