POR MANUEL VEGA
Valentín Mota Pacheco (Tin Pacheco), fue un hombre que vivió y nació en el siglo XX, destacándose como uno de los mejores carnicero, que llegó a procrear 32 hijos con más de una decena de féminas en Hato Mayor del Rey.
Falleció el 3 de noviembre del 2000, siendo su sepelio muy concurrido, dado la fama que le rodeó.
Tolentino Montero Muñoz, un vecino de nuestro protagonista llegó a engancharle el mote de «El Mamú» , a aquel hombre que pasó a la historia por ser uno de los que más hijos procreó en su pueblo natal.
Pacheco Mota, era un furtivo, una persona que llegó a cazar a varias mujeres ajenas, que iban a su negocio y seducía, dejando oculto los embarazos, que luego se descubrían por cuentos de compadres en tertulias.
En los archivos memorizados de algunas féminas y amigos del extinto, se expecula que pudieron haber sido más de 32 hijos que llegó a procrear «El Mamú», como era denominado por vecinos del barrio La Palmita, en Villa Canto, dónde se asentó en el primer quinquenio de la década de 1970, y construyó una vivienda en la calle Santiago Silvestre y procreó 7 hijos con Georgina del Carmen, quien era natural de Magarín de El Seibo.
Se cuenta que el carnicero «amansaba» a las mujeres arreglándole la carne y regalándole uno y que otros tajos.
Algunos de los vástagos celebran cumpleaños el mismo día, como muestra que tenía relaciones con varias mujeres en un mismo día.
Hay quienes aseguran que la esperma de El Mamú era de excelente calidad, lo que se evidencia en el parentesco de los hijos, que todos apuntan a él.
En vida llegó a revelar que para cada mujer tenía un día asignado para tener relaciones sexuales.
Se oerdía hasta por una semana, entre los brazos, besos de cama en cama, y cuando regresaba a la casa ponía como excusa «una se me soltó y anduve muchísimo para localizarla».
En el Mercado Municipal, los demás tablajeros de su época aputaban que Tin Pacheco era hombre fuerte y medío por buen cajón, llegando a considerarlo una leyenda viviente.
Se dice era un sediento de mujeres y sexo.
Hay anécdotas que no se cuentan por aquí, para no caer en la difamación y la injuria, pero que denotan la fortaleza que exhibió Pacheco Mota en su vida sexual, que no fallaba con su cornada de amor.
Hay que resumir que fue un hombre
Que adónde apuntaba fecundaba a alguna de sus múltiples compañeras.
De los 32 hijos que llegó a procrear, 9 se lo anotóa doña Julia Peguero , son ellos Thelma, Pedro, Matilde, Salvador, Ramonita, Livio, Lola, Hilda, Nery.
Con Georgina del Carmen procreó a Valentina (Tina), Miguel Crismelis, Federico (El Gringo), Lola, Frank (Reboleo) y Sonia, mientras que con Lila Chireno encató a Nurys, Miledys y un varón .
Otros 13 hijos lo procreó con mujeres que no se pueden identificar, porque unas eran casadas y otras no querían exponerse al cuestionamiento público.
Fuera de sus frutiferas aventuras, Tin Pacheco, era un ser admirable, coversador y bonachón.
Era el tablajeros que tecibía a sus clientes con un abrazo o una sonrisa a flor de labio.
Le conocí y puedo testimonear que su casa me sirvió de refugio o escondite cuando era perseguido por las enardecidas hordas perredeista, que no consideraban desafectos al gobierno de Salvador Jorge Blanco, durante la revuelta de 1984.