Unos 59 sacerdotes o líderes espirituales han gravitado en Hato Mayor del Rey del siglo XIX al XXI
Manuel González Bernal llegó en noviembre e 1843 y René Désilet, de origen canadiense es reconocido como el que logró unificar a los hatomayorenses con su labor sacerdotal y social desde 1982
POR MANUEL ANTONIO VEGA
Desde tiempos inmemoriales los seres humanos se han agrupado formando pequeños o grandes conglomerados, cada uno de estos conjuntos han tenido sus diferentes líderes. En el caso de la religión Hato Mayor ha contado con una pléyade de guías espirituales, que han contribuido grandemente en la formación religiosa y hecho crecer la fe cristiana.El primero que tuvo la responsabilidad de dirigir los destinos espirituales de esta población fue Manuel Gonzáles Bernal, quien llegó procedente de Monte Plata el primero de noviembre de 1843 durante el período de la dominación haitiana.
A éste le sucedieron Josef Cendra, el 8 de abril de 1844, Alejo Ruiz el 15 de julio de 1844 (este cura fue el diputado que representó a Hato Mayor en la constituyente de 1844). Pedro Carrasco y Capeller el 13 de marzo de 1845, Manuel Gonzáles Bernal el 30 de octubre de 1849.
Así mismo también Antonio Gutiérrez el 31 de marzo de 1851, Tomás Barosela el 26 de julio de 1858, Bernardo Pichardo en mayo de 1859, Elías Gonzáles en mayo de 1860, Francisco A. Pereyra en septiembre de 1862, Miguel Fleto en noviembre de 1882, Rafael García en diciembre de 1865, y J.A. Betancourt en septiembre de 1867.
También estuvieron en Hato Mayor los sacerdotes Carlos Cononigo Lafresne en 1871, Pedro Carán y Río en 1872, Zacaría Iraroquien 1873, Antonio Hernández en 1874, Juan Nepomuceno Fernández en 1875, Benito López Gil en 1878, José Veloz Fernández de Castro en 1881, Ignacio Mella Abreu en 1886, Pablo de Benedette en 1887, Tomás Martínez en 1887.
Los líderes religiosos de la postrimería del siglo XIX fueron Emilio Maggiolo en 1891, Manuel A. Montás Miranda en 1891, Miguel R. Hernández en 1897 hasta principios del siglo XX, Melchor Mejía en 1905. Emiliano Camarena en 1911, Juan Alvino en 1913, y José N. Andrickson, Joaquín Gómez en 1913, David E. Santamaría en 1914, Alfredo Peña en 1918, Ignacio Mella en 1919, Alfredo Peña en 1921.
Todos estos grandes líderes estuvieron a su cargo la dirigencia de la parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes desde los tiempos en que ésta era una simple ermita construida a base de maderas y pencas de palma.
Posteriormente llegaron con los mismo fines Esteban Rojas en 1922, Ignacio Mella en 1922, Alfredo Peña en 1924 (este cura murió durante el desempeño de sus funciones en 1925). José Suárez Muñiz en 1926-1929, Bernardo A. Montás Martínez en 1929, Francisco M. Diemert en 1946, Guillermo MC-Nabb en 1948, Juan Fullerton en 1955, Williams J. Matte en 1955, Vicente Murphy en 1955 y Eduardo Mc Carty en 1957.
Luego llegó Geraldo Donován, y luego le siguió el sacerdote René Désilets en cuya gestión la parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes obtuvo grandes logros de infraestructuras físicas, así como la multiplicación de la feligresía.
El Padre René, como popularmente se le conoció en la población, logró reunir a la familia Hatomayorense alrededor de la fuente suprema de la vida (Dios), y llevó a cabo una verdadera obra de evangelización que ha traspasado las fronteras que geográficamente les pertenecen, ya que también ha tenido que evangelizar en varias secciones de El Seibo y San Pedro de Macorís.
La iglesia católica fue dirigida por el padre Alejandro de la Cruz, siguiéndole Vicente Sánchez Burgos y actualmente es timonel católico el párroco Andrés Solano.
Padre René Désilets
Desde sus orígenes mismo la humanidad ha estado orientada y dirigida por sus más dignos representantes, por aquellos a quienes el trabajo y la dedicación los ha llevado a convertirse en guías, orientadores, o verdaderos líderes.
La parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes al cual se debe –según la tradición- la fundación misma del pueblo que lleva por nombre Hato Mayor del Rey ha sido dirigida por ilustres sacerdotes, tanto dominicanos como extranjeros, que ha hecho cada día que la fe cristiana aumente tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo.
Los primeros que orientaron dicha parroquia empezaron a llegar en 1843, durante el período de la dominación haitiana, siendo el primero Manuel Gonzáles Bernal, quien llegó exactamente el 1 de noviembre del referido año.
Entre los curas que hemos tenido en los siglos cabe destacar que la iglesia se ha manejado orientando espiritualmente a los hatomayorenses de acuerdo a su jurisdicción.
Hoy, al inicio del siglo XXI, y cuando soplan los vientos del Tercer Milenio de la venida del Señor a la tierra, cada ciudadano de este pedazo de tierra debe sentirse orgulloso de haber sido dirigido espiritualmente por un párroco como el canadiense René Désilets.
René Désilets llegó procedente de su natal Québec, para llevar a cabo una importante misión ministerial que lo convirtió en testigo de primera línea de sus más importantes hechos históricos de la contemporaneidad.
Nació el 6 de junio de 1936 en Montreal, Canadá, hijo de los señores Philippe Désilets y Aurore Blanc. Desde muy pequeño dio indicios de su gran vocación sacerdotal, ya que su padre como buenos católicos siempre lo llevaban a la iglesia y él nunca puso resistencia, en cambio, disfrutaba toda su plenitud su estadía en la casa de Dios.
René Désilets no fue un simple cura, veamos: se graduó de bachiller en la Universidad de Montreal, en Québec Canadá en el año 1959, en donde recibió los más altos honores de la institución académica.
Posteriormente, en 1965, se gradúa licenciado en pedagogía, Mención “Administración Escolar” en la ciudad de Montreal, Canadá, pero ante se había graduado de licenciado en teología en la universidad de Antario, Canadá, en 1963 y también había realizado una maestría en la misma universidad en 1964.
Fue profesor en la escuela normal en Trois – Rivieres, en su natal Québec Canadá de 1963 a 1967, desde donde pasó a impartir cátedras de la universidad del mismo lugar de 1967 a 1970; también fue director general de la “Comissión Scolaire Regionale du Rivage” con sede en Baeie-Comeau en Québec. Canadá.
Luego fue designado como director general del instituto “Voluntas – Dei” en Trois – Rivieres, en Québec, en 1970 donde permaneció por espacio de 10 años, hasta 1980, año que fue llamado par a ir a labor misionera a la Republica Dominicana.
René Désilets llegó por primera vez a nuestro país en 1981 como cura párroco de la parroquia “San José” en el municipio El Valle, lugar en el que permaneció por espacio de un año.
El 14 de agosto de 1982 René Désilets es llamado para que se haga cargo de la parroquia nuestra Señora de Las Mercedes de Hato Mayor del Rey, la cual se encontraba a acéfala de un verdadero guía que orientara por el verdadero camino del evangelio a una feligresía hambrienta de aumentar su fe ante la eminente venida de Jesucristo.
En su estadía en Hato Mayor René Désilets se granjeó el cariño y el respeto de la mayoría de los hatomayorenses que vieron en él, más que su sacerdote, a un amigo el cual se puede confiar a ciegas, a un hombre que jamás traicionará los principios básicos de la voluntad de Dios, a un ser que honra su sano comportamiento a toda la humanidad.
Estando aquí orientó un total de 11 barrios y 49 campos entre secciones y parajes, ha rehabilitado un total de 10 capillas, en tanto que construyó otras 37; habilitó 10 centros de catequesis, y tenía bajo su cuidado el Centro de Capacitación y Formación del Distrito Municipal de Yerba Buena, en donde existen un total de 400 Catequistas y 50 animadores de comunidad.