POR MANUEL VEGA
Allá… en la serranía de los terrenos cruzados por montañas y sierras de la cordillera oriental habitan unos animales, que ahora forman parte de la materia prima en desarrollo del turismo ecológico
En extinción en algunas regiones, el burro está en abundancia en campos de poblaciones del Este del país donde lo utilizan, no sólo en las tareas agrícolas, sino para transporte de turistas en zonas montañosas.
Cada semana son vistas subiendo y bajando recuas de burros y caballos por empinadas montañas y pastizales, en los campos de El Seibo, Miches y El Valle, para alegrar a turistas.
Son utilizados también en Sabana de la Mar y Hato Mayor en demostraciones y corridas de sortijas.
Al asno, cuyo origen se atribuye al continente Africano, se le ha asignado la carga de agua y llevar a parrandas y visitas familiares a dueños del animal.
En El Seibo, es un reclamo turístico para escalar hasta las cavernas y saltos de agua que guardan las montañas de la Cordillera Oriental, y pasear por las plantaciones de cacao en el Tour del Chocolate.
De grandes orejas y generalmente de color gris, es tan sonoro y tiene una presencia tan significativa, que se cuantifica en más de 400 ejemplares solo en la provincia El Seibo.
El fiscal Manuel Emilio Santana Montero lo utilizaba para recorrer los campos a sostener reuniones con los productores de cacao.
Leche de burra
Los turistas también degustan la leche de burra en chocolates, a la que se atribuyen valores especiales.
Los derivados del cuajo del animal son utilizados como productos de belleza, que se dice suavizan la piel humana
Ante el aumento de la gasolina y repuestos para un coche o una moto, los turistas se encaraman en burro y caballo para andar en las escarpadas montañas de Miches y Los Haitises.
La práctica, aunque no es nueva, se ha multiplicado en los últimos años en la zona Este.